Por primera vez se debate en abierto la trata de personas entre diferentes profesionales especializados y una víctima
Santander. – La cinematógrafa Mabel Lozano ha moderado una mesa redonda acerca de la trata de seres humanos y su respuesta integral en España, en la que se ha perfilado este delito desde muy diferentes puntos de vista: el policial, el de la Fiscalía, el forense, el de las ONGs, y -como particularidad de la cita- también desde la visión de una mujer que había sido víctima de este maltrato. La mesa, abierta al público, ha suscitado enorme interés y participación.
Cristina, que es como se llama la chica rumana víctima de trata, ha contado -en perfecto español y con mucha naturalidad- cómo hace varios años su novio la obligó de forma violenta a venir a España, a sabiendas de que aquí ejercería la prostitución. La joven ha relatado que "la Policía española me trató muy bien desde el día que me escapé", y ante los múltiples miembros de las fuerzas de seguridad del Estado presentes en la sala, ha explicado que "las chicas creen que la policía es corrupta como en sus países, y no contemplan acudir a ella porque la ven como 'los malos'".
La salvación para Cristina fue la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida (APRAMP), quienes además de acogerla en su piso para víctimas, la ayudaron a recuperarse física y psicológicamente (en un proceso de algo más de un año), le enseñaron la lengua española y la formaron en mediación (otros dos años) para, finalmente, darle el puesto de trabajo que ahora ostenta en la unidad móvil de la ONG. La fundadora de APRAMP, Rocío Nieto Rubio, ha remarcado que "hay que empoderar a esas mujeres y enseñarles un oficio para que puedan trabajar, para que puedan mandar el dinero mensual que su familia les reclama desde su país". Familias que, según ha explicado, no se preocupan en absoluto de dónde sacan estas mujeres el dinero ni en qué condiciones.
Nieto Rubio ha defendido siempre que la educación es un pilar fundamental para erradicar el delito de la trata. Está de acuerdo con ella José Nieto Barroso, inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía, quien ha asegurado "hay que llegar al consumidor, vía institucional, universitaria, mediante los medios de comunicación... etc. Es importante que la gente sepa que se está trabajando y que se entere de las trabas que nos encontramos". Por su parte, Mabel Lozano, autora de varios cortometrajes de denuncia de esta práctica, ha comentado "pensamos que la ciudadanía conoce este hecho y sus dimensiones pero no es así, y hay que sensibilizar especialmente desde edades tempranas, en los colegios".
Papel de las ONG
El importante trabajo que hace la Policía, y al que Nieto se refería, se lleva a cabo actualmente en colaboración con APRAMP, "ellos son los primeros que hablan con la presunta víctima, antes que nosotros mismos –ha explicado- se la llevan a su centro de acogida y pasan con ella el tiempo que sea necesario de manera que aumentamos las probabilidades de que acabe denunciando, cosa que solas jamás harían". Como ha explicado Mª Paz Ruiz Tejedor, psicóloga forense, "tras la situación crónica de abuso muchas chicas sufren cuadros de estrés postraumático, anulación del 'yo' y demás patologías mentales por lo que es muy difícil reconstruirlas como personas".
Por la parte que le toca, la fiscal Patricia Fernández Olalla también ha valorado el trabajo de las ONG, cuya presencia en los juicios ha sido en España, en su opinión, muy importante. "Estas organizaciones han declarado cómo se han encontrado a las víctimas y qué les han contado, esto no se hace fuera de España y estamos intentando exportarlo".
Como conclusión compartida por todos: hace falta más educación y desde edades más tempranas, también que los medios de comunicación hagan una cobertura más completa de los casos que se descubren y con mayor intención de condena a los consumidores de estos servicios sexuales, que encubren 'la esclavitud del siglo XXI'.