Santander, 1 de julio de 2019-. La delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Rebeca Palomo Díaz, ha afirmado que “para prevenir la violencia de género debemos hacerlo desde la educación, en concreto desde la coeduación”.

Así lo ha dicho en la mesa redonda sobre Políticas públicas de Igualdad en el ámbito internacional y nacional que se ha celebrado hoy en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, con motivo del curso Aulas para la igualdad: El valor de coeducar.

Para la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género una de las “prioridades” para alcanzar la igualdad de género es “prevenir y luchar contra la discriminación por razón de género, cuya manifestación más grave y arraigada es la violencia contra las mujeres”. “Debemos partir desde la igualdad de género, es decir, desde el reconocimiento de los mismos derechos para hombres y para mujeres y hacerlo desde una perspectiva de derechos humanos”, ha explicado Palomo Díaz.

A su juicio, “seguimos teniendo esos roles, esos estereotipos, esos patrones de conducta que se nos atribuyen a hombres y mujeres y una manera concreta de relacionarnos”. “El sexismo es la causa de la desigualdad y es la causa de la violencia que sufren las mujeres. Para luchar contra la violencia, para avanzar en su erradicación, debemos establecer nuevos roles, nuevos estereotipos y nuevos patrones socioculturales, tanto de conducta como de relación entre hombres y mujeres”, ha considerado la delegada.

“Para prevenir, sensibilizar y detectar la violencia de género desde el ámbito de la educación creemos que son necesarios tres ejes: la formación del profesorado, que desde el profesorado y desde todos los responsables de administraciones educativas y centros escolares se promueva una educación en igualdad; y la posibilidad de prevenir y detectar situaciones de violencia de género”, ha manifestado Rebeca Palomo quien anima a los profesores a conocer “los signos de la violencia”, como pueden ser el comportamiento de los niños y las consecuencias en la salud de las mujeres.

En este espacio de debate también ha intervenido la directora del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, Rocío Rodríguez Prieto, quien ha coincidido con la delegada en que “la escuela debe dedicarse a destruir los géneros”. Rodríguez Prieto ha mostrado su interés por “recoger iniciativas sólidas que aguanten en el tiempo y no dependan de los vaivenes políticos”.

“Me interesa cómo tenemos que orientar el futuro. Qué tenemos que hacer, qué no hemos hecho, qué podemos hacer… para romper este círculo perverso”, ha manifestado la directora del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades quien ha anunciado que van a cofinanciar el II Congreso Internacional de Coeducación y Género, organizado por la Asociación CLAVICO, que se va a celebrar del 1 al 3 de noviembre en la Universidad Carlos III de Leganés.

Por su parte, la directora general de Evaluación y Cooperación Territorial, María de la Consolación Vélaz de Medrano Ureta, que ha moderado la mesa, ha señalado que “las tres grandes aportaciones que pueden entregarse a la sociedad desde la escuela son: contribuir a erradicar esa lacra social con la que convivimos que es la violencia contra las mujeres; la coeducación, avanzar en la eliminación de estereotipos, educar a nuestros chicos de una manera libre de sexismos; y acercar a las mujeres, a las jóvenes españolas, a la tecnología, a lo científico tecnológico”.

Además, ha destacado que este encuentro tiene “tres ejes de trabajo” que son el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, la coeduación y el Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades.

Precisamente, el curso Aulas para la igualdad: El valor de coeducar, que se va a desarrollar hasta este viernes, 5 de julio, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, tiene la intención de ofrecer un espacio colaborativo en el que el profesorado pueda compartir conocimientos, proyectos, así como experiencias, recursos y materiales que les ayuden a incorporar los valores de la educación en igualdad a su práctica profesional.