VII Curso Internacional de Música Medieval y Renacentista de Morella. ARRELS. Entre la tradición y el patrimonio
Del 20 al 26 de julio de 2018
Cada año los programas de Early Music Morella se articulan en torno a temas específicos diseñados para estimular nuevas actitudes que nos acerquen a la música del pasado. En 2018 y bajo el título Arrels profundizamos en nuestras raíces explorando las variadas rutas por las que la música transcurre, trazando los caminos de unión de melodías escritas y transmitidas por tradición oral y de instrumentos tradicionales y cortesanos. La tradición es más una creación que una repetición de modelos estrictos y como tal hay que considerarla en la interpretación de la música de la Edad Media y el Renacimiento. La programación de Arrels coincide en 2018 con el Sexenni, fiesta que se celebra una vez cada seis años y desde 1678 en Morella.
Además conforman esta aventura musical la mensuración, la teoría y las técnicas de composición en la Edad Media y el Renacimiento, los inicios de la escritura musical y sus técnicas de notación, la musica oral y escrita y sus influencias mutuas además de las músicas de carácter instrumental o religioso. La combinación de elementos de la música histórica junto con los de tradición oral forman la esencia de Arrels, músicas para entender, comunicar, escuchar, interpretar y disfrutar desde su conocimiento y razonamiento. En esta VII edición además de los conciertos del Festival y la Academia de perfeccionamiento instrumental o vocal, se podrá disfrutar de multitud de actividades paralelas (visitas guiadas, exposiciones, conferencias, Dada Med_Ren, talleres de construcción de instrumentos) y pondremos especial atención a las acciones sociales de difusión de la música antigua para jóvenes, mayores y colectivos desfavorecidos.
“Mayo del 68”. Más que una fecha en el calendario, todo un símbolo de rebeldía contra el orden establecido, de cuestionamiento de los fundamentos del poder político, social y económico, y de apelación a la imaginación como punto de partida para un replanteamiento global de nuestras estructuras sociales y nuestras relaciones de poder. Un terremoto cuyo epicentro se situó en las calles y plazas del Barrio Latino de París, pero cuyas consecuencias rebasaron con mucho las fronteras de Francia y hasta de Europa Occidental, para llegar hasta America Latina y sacudir los Estados Unidos.
En sintonía con las tendencias político-criminales predominantes en el marco internacional, las reformas llevadas a cabo por las Leyes Orgánicas 1/2015 y 2/2015 comportan un importante adelantamiento de la línea de defensa penal y un incremento en general de la presión punitiva. Este fenómeno se ha manifestado con singular intensidad en el ámbito de los delitos que se encargan de tutelar el orden público (atentados, resistencia, desobediencia, desórdenes públicos), así como en la legislación administrativa reguladora de la “seguridad ciudadana” (Ley Orgánica 4/2015), que prevé una batería de mecanismos de control y de severas sanciones respecto de las actividades que los ciudadanos desarrollan en los espacios públicos. Todo ello ha acentuado el eterno conflicto libertad/seguridad y ha puesto en tela de juicio la operatividad del ejercicio de determinados derechos fundamentales (especialmente, la libertad de expresión y los derechos de reunión y manifestación) que constituyen el núcleo irrenunciable del Estado de Derecho.